En anteriores ocasiones Gilmar desde este blog ha hablado del deterioro paulatino de la accesibilidad a una vivienda que se ha ido dando en España. Este deterioro, lejos de parar, puede continuar en el futuro. Sin ir más lejos, la agencia de calificación crediticia Fitch alertó hace unos días de que la asimetría de la subida salarial con la de los precios de la vivienda iba a prolongarse en el futuro con el consiguiente aumento de la dificultad para acceder a una casa para el ciudadanos de a pie.

Ante estas circunstancias, desde el Gobierno y los partidos políticos durante los últimos días han estado barajando diversas medidas para tratar de que la actual dinámica del mercado no deje fuera de de él a un gran número de personas que no pueden acceder a una vivienda. ¿Pero cuáles de esas medidas sabemos que funcionan y cuales no? Aquí te contamos algunas.

Fuente: Banco de España

Alquiler de pisos turísticos

Varias medidas se han hablado estos días para hacer frente a esta escalada de precios. Penalizar a los propietarios de viviendas vacías es una de las que más se ha comentado, pero al parecer no hay visos de que vaya a ver la luz o que a lo sumo se modifique la penalización por tener vivienda vacía por incentivos fiscales para que la gente ponga en el mercado del alquiler viviendas que no les están dando ningún uso de habitabilidad.

Otra de las medidas más habladas es penalizar el alquiler de pisos turísticos y esta medida si que se ha puesto en marcha en ciudades como Madrid, Bilbao o San Sebastián. La pregunta es: ¿poner coto al alquiler de vivienda turística es un instrumento útil para rebajar el precio de los alquileres en su conjunto? Lo cierto es que aunque estas plataformas ejercen un efecto incentivador de la subida del alquiler, este es muy exiguo, con lo que su penalización no sería de gran ayuda al objetivo que se persigue. En un estudio de Kyle Barron, Edward Kung, Davide Proserpio concluyen que en promedio un incremento del 1% del número de alojamientos turísticos implicaría un aumento de sólo el 0,018% del precio de los alquileres.

Más cerca de casa, tenemos un análisis realizado por Mariona Segu para la ciudad de Barcelona, en el que se concluye que del aumento del 28% del precio de los alquileres en la Ciudad Condal entre 2009 y 2016, sólo cuatro puntos porcentuales fueron causados por el alquiler turístico.

Otros estudios como un informe de la CNMC van más allá y dicen literalmente “no existe evidencia de una relación directa y exclusiva entre la oferta de viviendas turísticas y el precio de las viviendas”. Tenemos por tanto a raíz de la evidencia empírica disponible que la restricción de los alquileres turísticos, poco o nada va a frenar la escalada del precio del alquiler y de la vivienda y su restricción muy probablemente traiga más efectos negativos que positivos

Para más información, en este artículo explicamos las opciones que hay entre vender o alquilar una vivienda.

¿Qué se puede hacer desde el Estado?

¿Significa el hecho de que no sea recomendable que el Estado ponga coto al alquiler turístico, que este se quede de brazos cruzados? Nada más lejos de la realidad, pues siendo la vivienda un derecho reconocido en nuestra Constitución el Estado no se puede permitir no hacer nada si la oferta y la demanda confluyen en un equilibrio que se encuentra en un nivel tan alto que multitud de personas se queden fueran.

¿Qué medidas se pueden desarrollar desde los gobiernos para promover el acceso a la vivienda y cuya efectividad esté demostrada? La respuesta una vez más la podemos encontrar en la empiria. En un trabajo realizado por la OCDE, se hace un repaso por las diferentes políticas y medidas empleados por los países desarrollados para facilitar el acceso a una vivienda digna. De entre todas ellas, la colaboración publico-privada en un incremento del parque total de viviendas con viviendas de protección oficial o viviendas sociales es de las medidas que mejor aumentan la accesibilidad a la vivienda por parte de la población y más ayuda a atenuar la escalada de precios.

A este respecto España tiene mucho espacio de mejora pues en los rankings de gasto público dedicado a promover la accesibilidad de la población a vivienda digna, es de los últimos países, dedicando un 0,01% del PIB a ese fin y en cuanto a alquiler social se encuentra años luz de países como Holanda, Austria o Dinamarca, donde la cantidad de pisos dedicados al alquiler social supera el 20% del stock total de vivienda alquilada.

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