La novación de una hipoteca es cualquier cambio que se produzca en las condiciones del préstamo hipotecario que nos han concedido en cualquier momento posterior a la firma de la hipoteca. Una novación significa, por lo tanto, que un cliente y su banco acuerdan modificar de mutuo acuerdo las condiciones de la hipoteca vigente para sustituirla por otra nueva, quedando extinguida la inicial.

Las circunstancias personales y económicas de una persona que haya suscrito una hipoteca con unas determinadas condiciones pueden variar al cabo de los meses o los años de haberla contratado. De esta forma puede surgir la necesidad de realizar cambios en las condiciones iniciales.

Estos pueden ser relativos al importe de la hipoteca, al plazo, a los titulares, etc.. Gracias a la novación hipotecaria o renegociación del préstamo con la entidad bancaria se podrán realizar estas modificaciones en la hipoteca una vez que ya ha sido aprobada.

A la hora de llevar a cabo una novación de hipoteca es fundamental estar perfectamente asesorados por profesionales del sector como los consultores inmobiliarios de referencia de Gilmar. Ellos te guiarán durante todo el proceso de novación de tu hipoteca para que consigas las mejores condiciones.

Condiciones que pueden ser afectadas por la novación de hipoteca

Para que se produzca una novación ambas partes tendrán que llegar a un acuerdo, prestatario y acreedor, modificando el contrato de la hipoteca, formalizándolo en escritura pública e inscribiéndolo en el Registro de la Propiedad.

La novación de tu hipoteca puede afectar a diferentes aspectos de tu préstamo:

  • Ampliación o la reducción del capital prestado.
  • Variación del plazo de amortización de la hipoteca.
  • Cambio en las condiciones del tipo de interés.
  • Método de amortización.
  • Liberación o incorporación de nuevas garantías personales.
  • Cambio de divisa en la que se haya formalizado la hipoteca.
  • Titularidad: en el caso de cambio de titular de una hipoteca se conoce por subrogación de deudor

La novación es muy útil cuando cambian las necesidades del cliente. Por ejemplo, en un período de problemas económicos de éste y con dificultad para atender a los pagos mensuales, se podrá renegociar el pago hipotecario mensual, disminuyendo la cuota y ampliando el plazo de pago o el capital, aún a costa de pagar más intereses. Otra interesante opción que permite la novación es la de poder suprimir una garantía de un préstamo hipotecario y sustituirla por otra.

Cuándo interesa hacer una novación en la hipoteca

Como acabamos de ver, existen diversas situaciones en las que interesa realizar una novación hipotecaria. Veamos a continuación algunos de los casos más comunes de novación:

Cambio en la titularidad de la hipoteca por divorcio: Muy típico en el caso de que la pareja que se divorcia comparta vivienda e hipoteca. Habrá que realizar una novación hipotecaria para que la titularidad sea la del cónyuge que mantiene la propiedad de la vivienda. En caso de no llevarse a cabo esta novación, el cónyuge que cede la vivienda deja de ser titular de la casa, pero sigue siendo titular de la hipoteca, lo que puede provocarle problemas si la otra parte deja de pagar la hipoteca.

Cambio del tipo de interés de la hipoteca: Una hipoteca normalmente tiene una duración de unos 20 años, tiempo durante el cual pueden cambiar los tipos de interés. Por este motivo muchos clientes toman la decisión de renegociar las condiciones de la hipoteca, con el fin de cambiarla de tipo fijo a otra de tipo variable, ya que se puede llegar a ahorrar mucho dinero al año.

Modificación del plazo de devolución: Se puede solicitar una novación para ampliar el plazo de devolución del préstamo hipotecario para que de esta forma las cuotas mensuales sean más reducidas. Esto es una buena alternativa cuando surgen problemas económicos.

Ampliación del importe de la hipoteca: Se puede modificar el importe pendiente de la hipoteca ampliando el capital para por ejemplo hacer una reforma en la vivienda. En este caso el banco exigirá estar al corriente de pago y no sobrepasar el límite del 35% de los ingresos destinados a la hipoteca.

¿Qué coste tiene una novación hipotecaria?

La novación de toda hipoteca conlleva una serie de gastos tanto notariales como registrales, además de una posible comisión que podrá cobrar el banco por llevarla a cabo. Estos gastos serán siempre repercutidos a los clientes de los bancos que solicitan la novación.

Los gastos de novación, más allá de los trámites y gastos al comprar una vivienda, se pueden dividir en tres grupos:

Gastos de tramitación: Gastos de gestoría, Registro de la Propiedad, notario y en algunas ocasiones una nueva tasación de la vivienda.

Gastos por comisiones bancarias: Pueden darse o no en función de lo pactado con el banco.

Gastos por impuestos: Impuesto sobre Actos Jurídicos documentados (AJD) en caso de modificación del capital de la hipoteca.

Pese a todos los gastos que surgen de la novación, puede compensar su pago si se mejoran las condiciones a largo plazo de la hipoteca.

La novación de la hipoteca es una herramienta muy útil que te permitirá renegociar las condiciones de tu préstamo y que, estando de acuerdo ambas partes, puede ayudarte a ahorrar una importante cantidad de dinero a largo plazo.