En anteriores ocasiones desde Gilmar nos hemos interesado por la evolución del régimen de tenencia en España. Por ejemplo, en un post anterior abordábamos que aunque es cierto que con la crisis se aprecia una mayor inclinación de la población hacia la vivienda en alquiler, esta tendencia no es algo exclusivo en España, sino que es un fenómeno que se da en muchos países europeos y con más intensidad que en España.

Recientemente el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado su última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) que nos permite desgranar en qué estratos de la población se está focalizando esa mayor tendencia hacia el alquiler en lugar de la vivienda en propiedad.

El alquiler es cosa de jóvenes

Los datos que pone de manifiesta la ECV son bastante claros. El alquiler es cosa de jóvenes. En concreto, en el año previo a la crisis, el 2007, el 58,1% de los jóvenes que habían formado un hogar vivía en un piso en propiedad (independientemente de que hubieran terminado de pagar o no la hipoteca), en 2017 ese porcentaje se ha hundido hasta el 26,5%.

Los datos del INE muestran también que en 2007 el 74,3% de los hogares con edades comprendidas entre 30 y 44 años eran propietarios de su vivienda, pero en 2017 ese porcentaje había bajado hasta el 63,8%, prácticamente un ritmo de reducción de un punto porcentual por año. En el resto de tramos de edad, se observa que las variaciones son muy reducidas por no decir inexistentes. Ver gráfico.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)

¿El principal ganador de esta drástica reducción de la vivienda en propiedad entre los más jóvenes? Por supuesto, la vivienda en alquiler a precios de mercados, ya que es el principal régimen de tenencia sustitutivo para la vivienda en propiedad, quitando las excepciones de los alquileres a precios inferiores al mercado, o las cesiones gratuitas de vivienda a algunos particulares afortunados.

Así las cosas, se observa que la dinámica alcista del alquiler a precios de mercado entre los más jóvenes es tan intensa, como abrupta es la caída de al vivienda en propiedad. Ver gráfico.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)

Concretamente, entre los jóvenes de 16 y 29 años en el año 2007, solo el 28,4% apostaba por el alquiler mientras que en el 2017, este porcentaje se eleva hasta alcanzar el 48,9%. Por su parte, la franja de edad comprendida entre los 30 y los 44 años, los porcentajes cambian del 15,8% en 2007 hasta el 25,1% en 2017.

Para saber más sobre este tipo de temas, en este artículo hablamos de elegir entre comprar vivienda o vivir de alquiler.

Hacer de la necesidad virtud

Que las nuevas generaciones están dejando de lado la vivienda en propiedad y apuestan mucho más por la vivienda en alquiler que sus padres es un hecho. Ahora bien, ¿estamos ante un cambio cultural resultado del shock que produjo el pinchazo de la burbuja inmobiliaria o simplemente los jóvenes acuden al alquiler porque su actual situación de precariedad les imposibilita apostar por una vivienda en propiedad?

Probablemente, la respuesta incluya un poco de ambos componentes y desde luego no entra dentro de los objetivos de esta entrada medir cuanto aporta cada dato. Pero la ECV si que nos permite intuir hasta que punto la precariedad de los más jóvenes ha tenido un papel crucial en que el alquiler se haya convertido en los últimos años en su única vía real de emancipación a corto plazo.

La ECV revela que los colectivos más castigados durante la crisis fueron los jóvenes entre 16 y 29 años. En concreto, desde su renta media máxima durante el periodo de crisis en 2009 que alcanzó los 10.797 euros anuales hasta su cota mínima de 8.935 euros anuales, los más jóvenes soportaron una devaluación de sus ingresos del 17,2%. Por su parte, quienes se ubican en el tramo de 33 a 44 años, experimentaron también desde 2009 a 2015 un descenso significativo de sus ingresos.

En concreto, este fue del 11,4% pasando de los 11.685 euros anuales a los 10.353 euros. Por su parte, los estratos de mayor edad han sufrido una merma de sus ingresos mucho menor y son precisamente quienes menos han optado por el alquiler.

Queda de manifiesto que la mayor inclinación hacia el alquiler puede tener un componente de cambio cultural, pero sin duda la mayor precariedad entre los más jóvenes esta jugando un papel de catalizador en esta nueva dinámica en le mercado de la vivienda. Ver gráfico.

Fuente: Instituto Nacional de Estadística (INE)
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