Los recibidores y pasillos de las casas suelen ser zonas sin luz natural y repletos de puertas que van al resto de estancias, por lo que no te olvides de iluminar el recibidor y pasillos. Es muy difícil conseguir un ambiente cálido en estas zonas de la casa, pero igualmente importante si queremos que su aspecto esté tan cuidado como el resto de la decoración de la casa.
Si no tienes claro cómo tienes que iluminar el recibidor y pasillos de tu casa, desde Gilmar queremos darte algunas ideas para lograrlo de forma sencilla y económica, para conseguir un ambiente más luminoso y acogedor.
Solo tienes que tomar nota y ponerlo en práctica en tu hogar.

Iluminar recibidos y pasillos con puertas acristaladas

Lo más normal es que en los recibidores y pasillos de una casa no se suelan encontrar ventanas que den al exterior y a través de las cuales podamos iluminarlos de forma natural. Una forma de aprovechar la luz natural que procede de otras estancias colindantes con estas partes de la casa es usar puertas acristaladas para dejar que pase parte de la luz.
En las viviendas cuya puerta principal da al exterior es una práctica habitual en muchos otros países y que cada vez se está usando más en España. Usando puertas acristaladas, no tenemos que incluir ventanas para que pase gran parte de la luz.

Eliminar muros

Incluir el recibidor como parte del salón es también una buena forma de evitar que esta parte de la casa se convierta en una zona demasiado oscura y, al mismo tiempo, ganamos más espacio que podemos aprovechar de una mejor forma.
Usando tabiques abiertos en lugar de tener un pasillo estrecho y oscuro en la casa, también estamos ganando espacio e iluminando toda la casa de una manera más uniforme. Si tu casa tiene la posibilidad de prescindir de estos muros tan poco prácticos, no dudes en ponerte manos a la obra para iluminar el recibidor y los pasillos de manera correcta.

Lámparas

La mejor forma de iluminar una estancia es usar lámparas (por ejemplo, para iluminar el espejo del baño) Hay muchos tipos que podemos usar para iluminar el recibidor y el pasillo, adaptándolas al espacio y la forma de éstos.
En estos casos, para zonas demasiado oscuras es preferible el uso de luz indirecta para que la iluminación sea más uniforme y no queden puntos de oscuridad aislados.

Focos alójenos

Los focos alógenos en el techo y paredes son los más prácticos para usar cuando tenemos un espacio muy limitado en zonas pequeñas y estrechas. Ocupan muy poco espacio y arrojan mucha luz, pudiendo dirigir el halo de luz a dónde necesitemos para lograr una iluminación indirecta mucho más práctica.

Lámpara de pie

Si dispones de espacio suficiente en la entrada o los pasillos de tu casa, usar una lámpara de pie es una forma de decoración muy elegante y práctica al mismo tiempo. Para conseguir un efecto de luz indirecta, dirige el halo de luz hacia el techo y lograrás que se distribuya mucho mejor en toda la estancia.
Y recuerda que en este otro artículo explicamos cinco estilos de decoración para el recibidor que te pueden gustar.

Lámpara de sobremesa

Si además el espacio en el recibidor y el pasillo te permite incluir algún pequeño mueble, en lugar de usar una lámpara de pie puedes escoger alguna lámpara de sobremesa elegante que te guste.
Colocar dos lámparas enfrentadas en diferentes paredes y hacer que el halo de luz de una y otra choquen entre ellos es también una excelente forma de difuminar la luz y lograr que la estancia quede más iluminada. Esta opción se puede usar tanto en lámparas de pared, de pie o de sobremesa. Tenlas en cuenta, por lo tanto, si quieres iluminar el recibidor y los pasillos en tu vivienda.

Colores claros

Otra forma de iluminar el recibidor y los pasillos de casa es utilizar colores claros en las paredes y también en los muebles y objetos de decoración que incluyamos. Al proyectar la luz indirecta sobre tonos más claros, el efecto será de un mayor espacio y mucho más iluminado.

Espejos

Si quieres llegar a un nivel experto a la hora de iluminar el recibidor y los pasillos sin necesidad de usar tantas lámparas, en Gilmar tenemos la última clave: colocar un espejo justo sobre una lámpara o enfrentado a ella.
De esta forma la luz se reflejará en el espejo, difuminándose para lograr una luz indirecta más cálida y potenciando la luminosidad. También logramos una sensación de mayor amplitud, y al mismo tiempo que logramos iluminar el recibidor y los pasillos, el espejo nos será de gran utilidad para darnos el último vistazo antes de salir de casa.
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