Si tienes la oportunidad de planificar tu casa por completo, puedes ahorrarte muchos enteros a la hora de dotar de una buena iluminación natural a las zonas que generalmente tienen más dificultades para recibir una buena luz solar. Para tratar de minimizar la existencia de zonas de la casa de difícil acceso a la luz solar, es aconsejable evitar dividir la casa en muchos espacios. Ya te lo decíamos cuando hablábamos sobre la importancia de elegir los tipos de iluminación adecuada para cada espacio de la casa.

Dentro de las posibilidades, y manteniendo la funcionalidad de la vivienda, para garantizar una óptima distribución de la luz natural que obtenemos, es aconsejable mantener la máxima amplitud posible en toda la casa.

Otro consejo con excelentes resultados es que intentes asignar una entrada de luz natural a cada habitación de la casa, o al menos a las zonas principales como el comedor, la cocina, el salón y los dormitorios. Para el cuarto de baño, el pasillo o las habitaciones secundarias en las que no tenemos prevista una entrada principal de luz, existe una opción interesante, eficaz y discreta: las claraboyas y los adoquines. Con ellos, puedes obtener una gran cantidad de luz natural para iluminar tu casa de forma elegante y sencilla.

Consejos para maximizar el impacto de la luz natural en tu hogar

Independientemente de la cantidad de luz natural que entre en tu casa, hay una serie de trucos que puedes utilizar para maximizar el efecto luminoso y aprovechar al máximo la luz solar que recibes.

1. Utilizar persianas y cortinas finas

Si antes hablábamos de la importancia de las ventanas para facilitar la entrada del sol en la casa, no debemos olvidar las persianas o cortinas que las acompañan. Si colocas cortinas tupidas, la luz del sol que entra por la ventana quedará amortiguada y la sensación de luz se reducirá. Esto puede ser interesante si tienes la suerte de contar con grandes ventanales con buena iluminación, ya que te ayudará a conseguir un efecto relajante con una luz más suave en las horas de máxima insolación.

Pero si, por el contrario, necesitas aprovechar al máximo cada rayo de sol que entre por tu ventana, será recomendable instalar cortinas o estores más finos que dejen pasar la luz del sol. De este modo, aprovecharás al máximo la luz mientras las persianas o cortinas impiden ver el interior de la casa.

Otro obstáculo que conocemos bien, pero que incide directamente en la libre circulación de la luz en el interior de la casa, son las puertas opacas. Si tu vivienda es muy oscura, considera la posibilidad de instalar puertas en las que el cristal (transparente o translúcido) sea el protagonista. De este modo, conseguirás que entre mucha luz en la mayoría de las diferentes estancias de la casa.

2. Utilizar colores claros en paredes y suelos para maximizar la luz natural

La aplicación de colores claros en las paredes de tu casa permitirá aprovechar al máximo la luz solar que entra en ella, ya que no será absorbida por las distintas superficies. Esto generará un efecto de luz más intenso en la sala y dará a las habitaciones una sensación de mayor amplitud. El uso de colores como el blanco, el beige… tanto en las paredes como en el suelo y los muebles será tu mejor aliado para distribuir la luz de forma uniforme.

3. Utiliza los espejos estratégicamente para aumentar la luminosidad de una habitación

El uso de espejos en puntos clave de la casa será otro punto a su favor para aprovechar al máximo la distribución de la luz. En casi todas las casas hay zonas oscuras a las que es difícil que llegue la luz natural. Estos puntos suelen ser el vestíbulo, el pasillo… Identifica las zonas de tu casa con más puntos oscuros y decora las zonas cercanas, donde haya suficiente luz, con un espejo que combine con la decoración de tu casa.

Esto distribuirá la luz y aclarará la zona más oscura. No es necesario que la luz del sol se refleje directamente en el espejo. Si el lugar donde colocas el espejo tiene una luz media, será suficiente con que se distribuya parcialmente por la zona.

Más luz natural con espejos

4. Evita los muebles altos que bloquean la luz

A veces vale la pena prescindir de un elemento decorativo para obtener o mejorar otro. Este sería el caso de los muebles altos: aunque visten mucho la estancia gracias a sus notables dimensiones, pueden ser contraproducentes a la hora de conseguir una óptima distribución de la luz. Por ello, puede ser una buena idea contar con muebles bajos que permitan la distribución de la luz y no actúen como pantalla. Este es otro punto clave a tener en cuenta a la hora de iluminar una casa con luz natural.

Los tabiques son otro de los grandes enemigos de la distribución de la luz natural por la casa. Si bien es cierto que no siempre es fácil conseguir que una casa sea de planta abierta (situación ideal en la que la luz circularía libremente), es posible plantearse prescindir de estos muros, que no juegan un papel determinante en la distribución de la vivienda. A veces, simplemente derribando una pared que obstruye un punto importante de luz natural, podemos conseguir un aumento significativo del nivel de luz en la casa. Si en algún momento de la casa no quieres prescindir de un tabique, pero necesitas que pase la luz, siempre puedes crear una mampara de cristal como alternativa a la pared tradicional. De este modo, además de mantener esa sensación de pared, toda la luz de la habitación vecina entrará en ese otro espacio.

Con estos sencillos consejos, hemos visto cómo iluminar una casa con luz natural para que el aprovechamiento de la luz natural en tu hogar mejore notablemente. Y no dejes de consultar a nuestros especialistas que te ayudarán a conseguir más luz natural en casa.